¿Qué debo tener en cuenta si quiero comprar una segunda residencia?

¿Qué diferencia hay entre una hipoteca para una vivienda habitual o para una segunda residencia?

La principal diferencia es que la financiación máxima estándar que vamos a recibir suele ser inferior al 70%, en lugar de hasta el 80% como sucede cuando se trata de vivienda habitual.

Esto significa que debes contar con mayor liquidez para abordar esta inversión.

También el plazo máximo que suele autorizarse es inferior. Por lo tanto, las cuotas mensuales son proporcionalmente mayores.

De nuevo, necesitarás contar con una situación económica más favorable.

Los criterios de concesión suelen ser más estrictos en el caso de una segunda residencia, aunque la situación de los compradores suela ser más estable.

Claves para decidir si comprar o no una segunda residencia

La decisión de comprar una segunda residencia debe de ser muy bien meditada y valorada, porque puede complicarte la vida.

Incluso si tu situación económica actual es buena, todo es susceptible de cambiar de un momento a otro, sobre todo si decides afrontar una inversión adicional de estas características.

Los inmuebles se consideran un valor refugio. Aunque es lo más habitual, no se puede dar por hecho que se vaya a recuperar siempre la inversión realizada.

Si compras en un mal momento, por ejemplo, en una situación de burbuja inmobiliaria, puede ser que tardes mucho tiempo en ver cómo se recupera el valor de tu inmueble (o puede suceder que nunca llegue a recuperarse al 100%).

Por todo ello, conviene ser minuciosos, racionales y exhaustivos a la hora de decidir volver a hipotecarse. Nuestro consejo es que, antes de tomar la decisión, solicites la ayuda y asesoramiento de un experto inmobiliario.

A continuación, te damos algunas de las cuestiones que debes plantearte antes de lanzarte a comprar tu segunda residencia:

• Tu situación económica real:

Valora bien cuáles son tus ingresos y tus gastos mensuales, tus ahorros y qué hipoteca necesitas solicitar para afrontar el desembolso.

Ten en cuenta cómo va a afectar el pago adicional a tu nivel de vida y hasta qué punto quieres y te compensa asumirlo.

Proyecta estos mismos datos también hacia el futuro. Aunque sea complicado, piensa en cómo pueden evolucionar las cosas en los próximos 25 años.

• Qué coste tiene la vivienda:

Es otro dato importante que debes relacionar con el apartado anterior.

Cuantifica en términos reales el importe total de la operación de compra y relaciónalo con el valor de mercado que ese inmueble tiene y podría tener en el futuro.

Añade al coste de adquisición de la vivienda todos los costes relacionados con su mantenimiento, su consumo y la posible reforma que tengas que hacer.

Recuerda que tendrás unos gastos de comunidad, suministros, seguros y de puesta a punto de la vivienda.

• Fiscalidad y otras cargas:

Ten presente que vas a pagar más impuestos por este tipo de viviendas, ya que se consideran vivienda no habitual.

En tu IRPF abonarás un 2% del valor del inmueble en el catastro. Y, además, deberás pagar el IBI de esa vivienda cada año.

• Finalidad de la vivienda:

¿Para qué quieres esta nueva residencia? Puede ser que quieras invertir para alquilar y sacar una rentabilidad o que prefieras disfrutar tu nueva vivienda como un destino vacacional o de desconexión.

Sea cual sea su función, defínela bien.

Si vas a obtener una rentabilidad en la compraventa, contémplala también al hacer tus cálculos. Si buscas un uso más personal, influirá en la decisión de dónde y cómo adquirirla.

• Ubicación y clima:

A partir del uso, o en paralelo a él, es interesante que consideras la cuestión de dónde se ubicará tu segunda residencia. Es un factor importante, también, como factor económico.

Las zonas más deseadas son más caras. También los aspectos emocionales determinan este rasgo.

Y, si tras este análisis sigues queriendo comprar tu segunda residencia, ¡Adelante! Ponte en contacto con nosotros. En QualisOptima te ayudaremos a hacer los cálculos necesarios y las reflexiones oportunas para que puedas tomar la mejor decisión posible.

Comprar una segunda residencia puede ser una opción excepcional para tu vida.